Gustavo Hein: “La política consiste en escuchar y ejecutar”

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Tiene 46 años y es intendente de Basavilbaso. Hace muy poco que está en política. En 2015, Rogelio Frigerio lo animó a lanzarse al ruedo y dice estar satisfecho con esa decisión. En diálogo con EL DIARIO comparte impresiones que ayudan a modelar su perfil.

Gustavo Hein es el precandidato a vicegobernador por Cambiemos. Integra la fórmula con Atilio Benedetti, con quien reconoce parecidos y diferencias.
Hein es intendente de Basavilbaso desde 2015, cuando decidió ingresar al PRO invitado por el ministro del Interior Rogelio Frigerio y el senador nacional Alfredo De Ángelis.
Le gusta mostrar su experiencia en la actividad privada, como contratista de servicios rurales y asegura que su incursión en la actividad política lo ha hecho crecer como persona. “Lo tomo como una bendición”, confiesa y asegura que en 2014 rezó a Dios para hallar su camino en la vida. Dice que ya lo encontró.

EL COMIENZO

—¿Cómo fue su llegada a la política?
—Fue muy rápido. Ingresé en la política en febrero de 2015. Rogelio (Frigerio) fue a mi casa a pedir que nos involucremos. Soy contratista rural y estoy relacionado con todo lo que es la producción. Más que nada soy prestador de servicios. Tuve la oportunidad de que Rogelio haya ido a mi casa junto a Alfredo (De Ángelis) a pedirme que sea candidato en Basavilbaso. Fue muy fuerte porque yo no sabía lo que era hacer política y nunca había estado en un partido político. Hay que salir de la queja y empezar a hacer cosas porque necesitamos que esto cambie.

—Y empezó como candidato a intendente…
—Arranqué como candidato a intendente. Abrimos el local del PRO en Basavilbaso entre cuatro personas. Nos presentamos en sociedad frente al equipo más fuerte que tenía la ciudad que era el radicalismo. Nos decían que éramos dos o tres y no nos pudimos poner de acuerdo en la primera instancia. Fuimos a las PASO. Le ganamos al radicalismo y ahí hicimos un trabajo en conjunto. Por el sistema D’Hont se intercalaron los concejales. Ganamos muy bien en las generales.

—¿Cómo fue ese paso abrupto desde lo privado a lo público?
—Es un aprendizaje continuo. Es muy diferente a lo que uno cree que es, desde afuera. El Estado es tan grande que hace que los procesos se hagan más lentos que en el sector privado. En lo privado vos decidís y hacés. Lo público tiene sus momentos y por eso a veces el ciudadano lo ve al Estado un poco burócrata. Es una máquina algo pesada, por eso las personas que integran el Estado tienen que inyectarle dinamismo. Para mí fue un aprendizaje enorme porque me enseñó a manejar los tiempos, los silencios, a que cada vez que se abre la puerta de la Intendencia no sabés lo que va a suceder. Esa es la función: escuchar y ejecutar. A mí me ayudó mucho a fortalecer el carácter. También la empatía con el prójimo. Esa es la manera que elegí de hacer política, cercana a la gente.

CONTRATOS Y TRANSPARENCIAS

—En marzo de 2015, ¿imaginaba que en cuatro años iba a ser candidato a vicegobernador?
—No. Por eso yo lo tomo como una bendición de Dios. En el 2014 acorralado por un montón de cosas, pedí en oración a Dios que me ayude a ser instrumento. Entiendo que Dios tiene un propósito para cada ser humano. Y mi propósito es éste. No tengo un manual del éxito. Lo que tengo es mucha devoción por lo que hago. Todo lo que encaro lo hago con pasión, ya sea limpiar un piso, manejar una máquina o administrar una ciudad. Más aún esto, que es una responsabilidad social en la que se manejan fondos públicos.

—En relación con el manejo de fondos públicos, han salido a la luz una serie de irregularidades con el tema de contratos en la Legislatura que la Justicia está investigando. ¿Cuál es la propuesta para transparentar el manejo de esos fondos?
—Se usó el Estado como propio, como si fuera una empresa personal. Hay que transparentar y poner a disposición toda la información. Cuando te hablan en difícil es porque te están ocultando algo, siempre se lo digo a los vecinos. Se necesita gente que sepa administrar en la actividad privada. Hay gente en la que depositamos la confianza de los fondos públicos que en la actividad privada no durarían ni un mes. Si no se tiene nada que ocultar no hay ningún problema que se investigue. La gente tiene que tener acceso online de toda esa información y hoy hay medios para todo eso. Tiene que haber un cambio estructural, no puede ser una caja política. Se debe remunerar el trabajo pero no se puede capitalizar eso para beneficios personales.

—Estuvo en caminatas por Paraná. ¿Qué es lo que le dice la gente?
—Uno está para dar la cara siempre, aunque no nos gusten algunas cosas. La gente tiene cuestiones de fondo. Nos hablan de lo macro, de lo provincial, de la inflación. Hablan de la necesidad de generar puestos de trabajo. Muchas veces hablan desde la bronca, pero también nos felicitan porque la gestión del presidente Macri transparenta los actos de gobierno y nos dice los números reales de la economía. Venimos de una etapa de ocultamiento, de maquillaje de la realidad y el Presidente está corriendo el velo de una gran mentira. Hoy el Presidente está en una cuestión fundacional y eso se les dice a la gente. Estamos tratando de normalizar una Argentina para posicionarla en el mundo. Vengo de abuelos y bisabuelos que vinieron de Rusia, de Siberia, allá por el 900. Vinieron con una valija llena de sueños y brazos fuertes para trabajar, pero nos enseñaron el valor de la palabra. Mi abuelo nunca usó chequera, era un hombre de palabra. Creo que eso hay que instaurar nuevamente. Eso está haciendo nuestro Presidente en el mundo, a cumplir con lo pactado.

—Pero también se espera que empiece a mejorar la economía de todos los días…
—Sí, y uno con los pies sobre la tierra tiene que saber que esto va a llevar un tiempo, porque se está fundado una nueva Argentina. Necesitamos señales claras porque el índice de inflación hace que la gente pierda mes a mes el poder adquisitivo. Eso es intolerable, es cierto. Pero el Presidente está haciendo lo imposible para frenar eso. Pero en todos lados comprobamos que la gente no va a volver para atrás. Se enoja pero entiende que hay que seguir, hay que pelearla. Nos quisieron convencer de que todo era fácil, que la energía no costaba nada, pero alguien paga esa fiesta y la terminamos pagando nosotros. Hay que volver a invertir. Estamos pasando una tormenta muy fuerte, momentos muy complejos que nos ponen a prueba. Pero yo estoy orgulloso de defender este modelo, porque es un modelo de transparencia.

VOTOS

—Macri hizo una buena elección en 2015 en Entre Ríos. Este año, las elecciones van desdobladas. ¿Cree que su fórmula puede capitalizar esos votos o se irán hacia Gustavo Bordet, que se muestra amigable con el Gobierno Nacional?
—Es solamente una imagen amigable, pero los temas de fondo no se hablan, como son salud, educación, seguridad. Los intendentes nos estamos haciendo cargo de un montón de cosas que debería hacerse cargo la Provincia. Cambiemos va a ser gobierno en junio de 2019. Atilio Benedetti va a ser el próximo gobernador. Porque entiendo que los entrerrianos están ante lo nuevo, que somos gente de trabajo, que vamos a trabajar en pos de los entrerrianos. Vamos a posicionar nuevamente a una Entre Ríos pujante, a lo largo y ancho de la Argentina y el mundo. Entiendo que los entrerrianos no van a dejar pasar esta oportunidad.

—Con Benedetti tienen perfiles parecidos. ¿Cómo es la relación entre ambos?
—Muy buena, nos complementamos. Esa es la fortaleza que tiene esta fórmula. Estoy para ayudarlo. En las diferencias, complementarnos.

—¿Por ejemplo con el aborto, que usted está en contra?
—Sí, yo respeto la posición de Atilio y él respeta mi posición. Creo que en base a ese disenso tenemos nuestro norte. En base a esa unión, sobre esos pensamientos diferentes vamos a encontrar lo común. Esa es la fortaleza que tiene esta fórmula.

La familia

Gustavo Hein tiene 46 años. Está casado y tiene dos hijas: Tatiana, de 23 años, y Candela, de 15.

—¿Cómo tomó su familia su ingreso a la actividad política?
—Mi gran soporte son mis hijas y mi esposa. Todo esto no sería posible sin el acompañamiento de mi familia. Entiendo que uno con esto genera algún daño colateral que no puede medir. Me he encontrado con el bastardeo en las redes sociales, donde te flagelan y te desangran. Muchas veces son aparatos políticos armados estratégicamente para generar fake news, noticias falsas. Pero ¿cómo hacés para desarmar todo eso, cuando lo lee tu mamá o tus hijas? Ese es el daño colateral que te genera. Yo estoy preparado, pueden venir por cualquier lado. Tengo las convicciones intactas.


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